Atharvaveda: magia védica

25.04.2024

La India es un lugar que siempre ha fascinado por su filosofía, su cultura y sus creencias, expuestas en largos textos épicos y religiosos. El Atharvaveda es un texto cuya inclusión en el corpus de textos sagrados fue tardía, probablemente por la diferencia de su contenido: en lugar de textos religiosos a la manera habitual, la mayoría de textos del Atharvaveda son pequeños himnos o stanzas que están destinados a solucionar problemas cotidianos, como una enfermedad, conseguir el amor o alejar a los demonios. Es decir, se trata de un compendio de hechizos védicos.

Su datación resulta complicada, entre el 2000 y el 1500 a.n.e., y varios de sus textos aparecen repartidos en otras obras, lo que ha ayudado en su reconstrucción. Se cree que su nombre deriva de Atharvan, el nombre de un sabio (rishi) mítico, que habría desarrollado los conjuros por primera vez. Esta es la versión más aceptada, pero según otros estudiosos, Atharva ( अथर्वन् ) podría venir de una raíz athar-, "sacerdote" o de ath-, "fuego", relacionada con Agni y los dioses, "el poder superior" (Witzel, 2003); no en vano, Atharvan es también el nombre del sacerdote centrado en los sacrificios y fuegos sagrados. Sin embargo, su nombre antiguo, mencionado en la propia obra, es

Atharvangirasa ( अथर्वाङगिरसवेद ), lo que derivaría de una fusión de Atharvan, el sacerdote de fuego, y Angiras, el hechicero, el cual no tenía el mismo aprecio social (Bloomfield 1899). Es una teoría antigua pero interesante.

El Atharvaveda se componía de 18 libros, posteriormente ampliados a 20, el último libro con un himno a Indra, tomado del Rig-veda, que ayuda a su aceptación como texto canónico. Los ocho primeros libros son poemas mágicos, y el resto son disensiones, pensamientos... excepto en los libros 13 a 18, en los que se pueden encontrar algunos ritos de paso para distintas etapas vitales. La variedad de temáticas es notable, y los himnos y hechizos no se encuentran ordenados ni organizados, así que nos guiaremos por algunas de las divisiones que realiza E. Luján (2010).

RITUALES RELIGIOSOS (NO NECESARIAMENTE MÁGICOS)

Himnos cosmogónicos.

Los himnos del Atharvaveda son unos himnos religiosos que tratan sobre el origen de la creación y los dioses, pero sobre todo, de las fuerzas primordiales, como el Sol, el Tiempo (Kala) o el Amor (Kama).

Aunque se trata de largos poemas cantando virtudes y poderes, para el artículo baste como ejemplo uno de los más breves:

AV XIX, 54. Himno de la Creación.

<<Del Tiempo surgieron las aguas, del Tiempo surgieron el brahma (exaltación espiritual), las tapas (fervor creador), las regiones (del espacio). A través del Tiempo sale el sol, en el Tiempo vuelve a ponerse.

A través del Tiempo sopla el viento, a través del Tiempo (existe) la gran tierra; el gran cielo está fijado en el Tiempo. En el Tiempo el Hijo (Pragâpati) engendró de antaño lo que fue y lo que será.

Del Tiempo surgieron los Riks, del Tiempo nació el Yagus; El tiempo presentó el sacrificio, la parte imperecedera de los dioses.

En el Tiempo se fundan los Gandharvas y Apsarases, en el Tiempo los mundos, en el Tiempo estos Angiras y Atharvan gobiernan los cielos.

Habiendo conquistado este mundo y el mundo más elevado, y los mundos sagrados (puros) (y) sus divisiones sagradas; habiendo conquistado todos los mundos por medio del brahma (exaltación espiritual), el Tiempo, el Dios supremo, en verdad, se apresura hacia adelante >>

Samskāra (संस्कार) , sacramentos o ritos de paso.

Samskāra es traducido normalmente como sacramento, dado su aspecto religioso, aunque en realidad se corresponde más con ritos de paso que los sacramentos "occidentales" ya han olvidado. No todos estos ritos son hechizos, pero muchos sí que tienen un aspecto mágico, por cuanto el acto se lleva a cabo por las personas, asimiladas con las divinidades, y no sólo por invocación.

Por ejemplo, en la késānta, a los dieciséis años se rapaba el cabello y la primera barba y bigote del adolescente. Esto rememoraba el primer afeitado del dios Soma, pero al mismo tiempo, se dota al adolescente del vigor de dicha bebida sagrada, se le purifica con el agua, se le bendice para que tenga suerte, y se ruega a la cuchilla que no hiera al muchacho, de una forma extensiva a cualquier otra cosa dañina. Los cabellos, de alguna forma, eran una ofrenda para el brahman que tomaba a su cargo al adolescente para su formación.

<<Savitar ha acudido con la cuchilla de afeitar: / Vāyu, ven tú con el agua caliente. /Que los Āditya, los Rudra y los Vasu mojen a éste, concordes, oh sabios, afeitad al rey Soma. / Que Aditi afeite la barba, que las aguas le mojen con su vigor, que Prajāpati le procure una larga vida, que tenga visión. / Con la cuchilla con la que el sabio Savitar afeitó al rey Soma, a Varuṇa, con esa, sacerdotes, afeitad a éste; que sea rico en vacas, en caballos y en descendencia>>

RITUALES MÁGICOS:

Strikarmani o magia de mujeres. Os invitamos a ver el artículo que analiza estos conjuros.

Rājakarmāni (राजकर्माणि), rituales para la realeza, y en relación a sus funciones. Existen encantamientos destinados a preservar y proteger el poder real, pero también para sus otras actividades, como puede ser, la guerra:

AV I, 19. Hechizo de batalla contra las heridas de flecha.

<< ¡Las (flechas) penetrantes no nos alcanzarán, ni las flechas punzantes nos alcanzarán! ¡Lejos de nosotros, oh Indra, a ambos lados, haz que caiga la lluvia de flechas!

¡A cada lado de nosotros caerán las flechas, las que han sido disparadas y serán disparadas! ¡Vosotros, flechas divinas y humanas, traspasad a mis enemigos!

¡Sea nuestro o sea extraño, el pariente o el extranjero, que tenga enemistad hacia nosotros, esos enemigos míos, Rudra atravesará con una lluvia de flechas!

El que nos rivaliza, o no nos rivaliza, el que nos maldice con odio, ¡que todos los dioses hieran, y mi encantamiento me proteja desde dentro! >>

AV. III, 5. Elogio de un amuleto derivado del árbol de Parna (Palash o Butea, también llamado fuego del bosque), diseñado para fortalecer el poder real.

<<Aquí ha llegado este amuleto de madera de parna, con su poder aplastando poderosamente al enemigo. (Es) la fuerza de los dioses, la savia de las aguas: ¡que me anime asiduamente con energía!

El poder de gobernar deberás retenerlo en mí, oh amuleto de madera de parna; riquezas aferrarás en mí! ¡Que yo, arraigado en el dominio de la realeza, me convierta en el líder!

¡Su propio amuleto que los dioses depositaron secretamente en el árbol, que los dioses nos darán para usarlo, junto con la vida!

El parna ha venido aquí como la poderosa fuerza del soma, dado por Indra, instruido por Varuna. ¡Que yo, resplandecientemente, lo use, para una larga vida, durante cien otoños!

¡El amuleto de madera de parna ha ascendido sobre mí hasta la completa exención de daño, para que pueda elevarme por encima (incluso) de amigos y alianzas!

Los hábiles constructores de carros, y los ingeniosos trabajadores del metal (…) Los reyes que hacen reyes, los conductores de carros y los líderes de los ejércitos, la gente que me rodea, ¡haz tú, oh parna, que me ayuden!

Tú eres el parna protector del cuerpo, un hermano mío, el héroe. ¡Junto con el brillo del año te abrocho, oh amuleto! >>

Bhaiṣajyāni ( भैषज्यानि ) son los ritos de curación. Es mucho más medicinal que las dos anteriores. Se describen los síntomas de casi un centenar de enfermedades y males. Su parte mágica radica en la recitación e invocación de los elementos naturales como entidades en sí mismas, adulándolas o dirigiéndose directamente a ellas, para que apliquen sus poderes curativos. También en su carácter exorcístico, cuando se intenta expulsar a los demonios causantes de algunas enfermedades, o a las propias enfermedades como entes vivientes.

Entre las enfermedades mencionadas, destacan Takman, la fiebre, y las lombrices (considerando que se podían encontrar en cualquier parte del cuerpo). La fiebre, por ejemplo, podía tratarse de un castigo de Varuna.

AV. VII, 116. Trasladando la fiebre a una rana que se pasa por el cuerpo,

<<¡Honra a lo delirantemente caliente, lo tembloroso, emocionante, al impetuoso Takman (fiebre)! ¡Honra al frío Takman, que en el pasado cumplió deseos! ¡Que la fiebre que regresa en la mañana, el que regresa en dos días, el impío, pase a esta rana! >>

Comúnmente también se realizaban ofrendas de Soma a Agni, señor del fuego, o se calentaba un hacha al rojo vivo y se apagaba sumergiéndola, utilizando ese agua para mojar al enfermo. Contra los gusanos también es común la magia homeopática en la que se representa lo que se desea, así como en otros casos se hace una metáfora directa:

AV. 2.31 1-2;4. Hechizo contra los gusanos, golpeando piedras

<< Con la gran piedra de molino de Indra, que aplasta todas las alimañas, muelo en pedazos los gusanos, como lentejas con una piedra de molino.

He aplastado al gusano visible y al invisible, y también he aplastado al kurûru. Todo el algandu y la saluna, los gusanos, los trituramos con nuestro encanto. (...)

El gusano que está en las entrañas, y el que está en la cabeza, igualmente el que está en las costillas: avaskava y vyadhvara, los gusanos, aplastamos con (este) encanto (...) >>

AV. VI, 105. Contra la tos.

<< Rápidamente como la fantasía vuela/con las concepciones de la mente,

Así siguiendo el vuelo de la fantasía, /oh tos, huye rápidamente.

Rápido como una flecha que sale volando/ con la punta agudamente afilada,

¡Huye tan pronto, oh Tos, /sobre la región de la tierra!

Rápidamente como los rayos de luz,/los rayos de Sūrya, vuelan lejos,

Entonces, ¡tos! ¡Vuela rápidamente/sobre la corriente del mar! >>

Ābhicārikāni y Krtyāpratiharanāni. Conjuros contra demonios y brujos .

Luján (2010) expone estos dos tipos de encantamientos juntos, y no es de extrañar, ya que su fórmula ritual es semejante, y de hecho, paralela a la de otras culturas en las que se busca identificar al demonio/brujo, y una vez expuesto, se le encanta y expulsa.

AV I, 16. Hechizo con un amuleto de plomo, contra demonios y hechiceros

<<Contra los demonios devoradores que, en la noche de la luna llena, se han levantado en multitudes, ¡que Agni, el fuerte, el asesino de los hechiceros, nos dé coraje!

Varuna bendice el plomo, el plomo es grato a Agni. Indra me dio el plomo, que indefectiblemente disipa la hechicería.

Este plomo (sisa) vence al vishkandha, esto golpea a los demonios devoradores (atrin); con esto he abrumado a toda la prole de los Pisâkas.

Si matas nuestra vaca, a nuestro caballo o nuestro hombre, te perforaremos con el plomo, para que no mates a nuestros héroes >>.

AV VII 37. Maldición contra el que maldice

<< La maldición de los mil ojos, habiendo enyugado su carro, ha venido acá, buscando al que me maldice, como el lobo se dirige a la casa del que tiene ovejas.

¡Evítanos, oh maldición, como un fuego ardiente evita un lago! ¡Golpea aquí al que nos maldice, como el rayo del cielo golpea al árbol!

Al que nos maldiga cuando no maldigamos, y al que nos maldiga cuando maldigamos, lo arrojo a la muerte, como se arroja a la tierra un hueso a un perro >>

Detalle curioso es la superstición respecto de ciertas personas con apariencias concretas (nuestro ejemplo del "me ha mirado un tuerto"). Estos, aunque no hagan mal voluntariamente, pueden "contagiar", y para ello existen encantamientos de "limpieza", válidos también para los errores personales:

AV VII, 65. Purificación con la planta apâmârga

<< Con el fruto vuelto hacia atrás, en verdad creciste, oh apâmârga (probablemente amaranto): ¡aleja todas las maldiciones muy lejos de aquí!

Las malas acciones y los actos inmundos, o los actos pecaminosos que hemos cometido, contigo, oh apâmârga, cuyo rostro está vuelto hacia todos lados, los borraremos (apa mrigmahe, con parecido fonético al nombre de la planta).

Si nos hemos sentado junto con alguien que tiene dientes negros, o uñas enfermas, o alguien que está deforme, contigo, oh apâmârga, borramos todo eso (apa mrigmahe) >>

En relación con estos encantamientos contra los males, encontramos una serie de conjuros expiatorios de pecados, malos augurios y pesadillas. No se les ha dado un nombre concreto, como sí ocurre con los anteriores apartados, tal vez por encontrarse menos definido: y es que estos conjuros mezclan un poco de purificación y un poco de exorcismo, un poco de tradición y un poco de superstición.

Exponemos a continuación algunos ejemplos variados, empezando por una fórmula expiatoria del AV. VI, 114, destinada a borrar los errores rituales cometidos durante la celebración de un sacrificio:

<< Del acto causante de ira divina, oh dioses, que nosotros, los divinos brahmanes, hemos cometido, ¡de eso, oh Âdityas, libéranos, en virtud del orden del universo.

¡En virtud del orden del universo, oh reverendo Âdityas, soltadnos aquí, si, oh vosotros, portadores del sacrificio, aunque deseando realizarlo, no lo logramos! Si al sacrificar con la grasa (animal), al ofrecer oblaciones de ghee con la cuchara, al desear beneficiaros, ¡oh, todos vosotros, dioses!, hemos entorpecido vuestro deseo, y no lo logramos! >>

Los encantamientos contra malos sueños y malos augurios tienen muchas similitudes entre sí, y con los exorcismos que buscan alejar a los seres malignos.

AV. VI, 29. Encanto contra palomas y búhos, considerados de mal agüero

<< ¡Sobre esas personas caerá el proyectil alado! ¡Si la lechuza chilla, será en vano, o si la paloma da sus pasos sobre el fuego!

¡Para tus dos mensajeros, oh Nirriti (diosa de la destrucción), que vienen aquí, enviados o no enviados, a nuestra casa, la paloma y el búho, este no será lugar para que ellos pisen!

No volarán aquí para matar a nuestros hombres; ¡ ni para mantener a nuestros hombres sanos se establecerá aquí! Encantadlo muy lejos, a una región lejana, donde la gente os contemplará en la casa de Yama (dios de la muerte ) sin fuerza, ¡os contemplarán sin poder! >>

AV VI, 46. Exorcismo contra pesadillas

<< Tú que no estás vivo ni muerto, el hijo inmortal de los dioses eres tú, ¡oh Sueño! Varunânî es tu madre, Yama (muerte) tu padre, Araru es tu nombre.

¡Sabemos, oh Sueño, tu nacimiento, eres el hijo de las mujeres divinas, el instrumento de Yama! ¡Tú eres el fin, tú eres la muerte!

Así te conocemos, oh Sueño: ¡tú, oh Sueño, protégenos de los malos sueños!

Así como uno paga una decimosexta, una octava parte o el total de una deuda, así transferimos cada mal sueño a nuestro enemigo >>

Āyusyāni.

Esta denominación de āyusyāni hace referencia a los conjuros y plegarias destinados a atraer una vida larga y sana. En estos conjuros y plegarias el agua y las plantas son herramientas muy importantes, así como el fuego, al cual se evoca siempre bajo el nombre del sabio Agni. Asimismo, encontraremos la creación de amuletos y talismanes para que acompañen a la persona y garanticen lo solicitado. Pero entre ellos encontramos también hechizos contra demonios o enfermedades, que se consideraban los culpables de impedir esa vida plena.

AV XIX, 60, para la salud.

<<Voz en mi boca, respiración en mi nariz, vista en los ojos, oído en las orejas, cabellos no grises, dientes no picados, mucha fuerza en los brazos, vigor en los muslos, rapidez en las canillas, firmeza en los pies, todo lo mío sin daño, y yo sin desfallecer>>

AV XIX, 67, para una vida larga.

<<Veamos cien otoños, vivamos cien otoños, despertemos cien otoños, subamos cien otoños, prosperemos cien otoños, duremos cien otoños, alcancemos cien otoños, más otoños que cien>>

Rituales para la suerte. Al igual que los rituales expiatorios, no tienen una denominación propia dada su variedad.

Estos conjuros son válidos para tener suerte en el hogar, el ganado, los cultivos, los negocios o las apuestas, pero también para protegerse. Por ejemplo, hay conjuros para proteger los campos cultivados de los rayos. (AV. VII, 11)

<< Con tu amplio trueno, con el faro, elevado por los dioses que lo impregnan todo, con el relámpago, no destruyas nuestro grano, oh dios; ¡ni la destruyas con los rayos del sol! >>

AV IV, 3, Encanto de pastor

<<Tres se han ido de aquí, el tigre, el hombre y el lobo. Fuera de la vista, en verdad, están los ríos, fuera de la vista crece el divino banano, fuera de la vista, se retirarán los enemigos (...)

¡El lobo tomará un camino lejano, y el ladrón uno aún más lejano! ¡Por un camino lejano se moverá la cuerda que muerde (la serpiente), por un camino lejano aquél que planea maldades!

Tus ojos y tu mandíbula aplastamos, oh tigre, (...) y al ladrón que llega hoy, hecho pedazos se va. (...) Indra lo matará con su rayo! Los dientes de la bestia salvaje están desafilados, y rotas sus costillas. (...) Nacido de Indra, nacido de Soma, tú (mi encantamiento), eres el triturador de tigres de Atharvan>>

Los hechizos que no son de protección están destinados a momentos puntuales, a golpes de suerte y a bienestar en general.

AV. IV, 38, Invocación para la suerte en las apuestas

<<La Apsarâ (diosa ninfa hindú), exitosa, victoriosa, hábil jugadora, esa Apsarâ que obtiene las ganancias en el juego de dados, la llamo aquí (...) a la que barre y amontona las apuestas, a la que toma las ganancias en el juego de dados, la llamo aquí.

¡Ella, que baila con los dados, cuando toma la apuesta del juego de dados, cuando desea ganar para nosotros, obtengamos la ventaja por su magia! ¡Que ella venga a nosotros llena de abundancia! ¡Que no ganen otros esta riqueza nuestra!

A las Apsarâs que se regocijan en los dados, que llevan pena e ira, a las Apsarâs gozosas y exultantes, las llamo aquí. >>

AV. VII, 9. Encanto para encontrar objetos perdidos

<<Pûshan nació en el camino lejano del cielo y de la tierra (...) Él nos guiará, desde el este colocará su mano derecha sobre nosotros, nos traerá de vuelta lo que se ha perdido: ¡nos encontraremos con lo que se ha perdido!>>

Los sâmmanasyâni, a veces incluidos dentro de compendio de "hechizos para la suerte", son en realidad hechizos para la armonía, para evitar discusiones, mantener buenas e influyentes relaciones con los demás, etc. Dejamos a continuación un par de ejemplos sencillos, tan sencillos como era la praxis de los mismos, ya que consistían, aparentemente, en la recitación y la realización de un sacrificio y oblación.

AV. VI, 94. Hechizo para provocar la sumisión de otros a la propia voluntad.

<< Sus mentes, sus propósitos, sus planes, hacemos que se dobleguen. ¡Vosotros, las personas de allá, que os dedicáis a otros fines, os lo hacemos cumplir!

Con mi mente me apodero de vuestras mentes: ¡vosotros con vuestros pensamientos seguid mi pensamiento! Pongo vuestros corazones bajo mi control: ¡venid, dirigiendo vuestro camino según mi curso!

He invocado al cielo y la tierra, he invocado a la diosa Sarasvatî, he invocado tanto a Indra como a Agni: que tengamos éxito en esto. ¡Oh Sarasvati! >>

Pietro V. Carracedo Ahumada – pietrocarracedo@gmail.com

Bibliografía:

– Storm, Rachel; Indian mythology: myths and legends of India, Tíbet and Sri Lanka, Om Books International, New Delhi, 2006.

– VV.AA., editado por Juan Antonio Álvarez-Pedrosa Núñez y Sofía Torallas Tovar). Edición de textos mágicos de la antigüedad y de la Edad Media, CSIC, Madrid, 2010.

-VV.AA. Hymns of the Atharva-Veda, translated by Maurice Bloomfield. Sacred Books of the East, Vol. 42. [1897]

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