Masonería vs Cristianismo

14.12.2023

Recientemente han aparecido declaraciones de la Iglesia de Roma señalando, como ya se hizo antaño en repetidas ocasiones, que la masonería no era compatible con el cristianismo. Ello se debe, sobre todo, al aumento de individuos que aseguran ser ambas cosas. Pero ambas facciones se han llevado las manos a la cabeza con casos como el del obispo brasileño que celebró una misa especial por el día del masón (imagen de portada). Analicemos de forma breve qué es la masonería y si realmente hay un enfrentamiento irreconciliable entre ella y la Iglesia católica.

Lo principal que debe decirse es que, frente al proselitismo de la religión cristiana, la masonería se ha considerado siempre una sociedad secreta, o al menos, discreta, como dicen algunos de sus miembros. Aunque el origen de los masones está cargado de leyendas de todo tipo, históricamente puede decirse que su existencia es constatable desde la Edad Media,a través de los gremios de arquitectos y constructores de templos cristianos, en los cuales dejaron múltiples rastros de simbolismo. En el S.XIV, en Inglaterra y en la Bretaña francesa, aparece la denominación de mason como albañil (o free-mason, por ser un empleo protegido por la Iglesia).

La masonería medieval, por su faceta práctica, se llamaba comúnmente masonería operativa. L'Abbé Grandidier (1752-1787) desarrolló amplios trabajos para definir a estos primeros masones, como que aquellos se reunían en logias, se consideraban superiores a los albañiles "normales" , y tenían un estricto control de lo que podía saberse fuera de la logia y lo que no. Aunque durante mucho tiempo se habló de que los símbolos que dejaron los masones en la piedra de las cátedrales tenian un carácter esotérico, estudios arqueológicos posteriores pudieron constatar que se trataba de firmas de los canteros, también llamados signos lapidarios que servían para identificar al albañil que había desarrollado ese trabajo, y por otra parte que el mismo fuera evaluado (Didron, 1845; Le-Duc, 1863)

El hecho de que los símbolos y cálculos geométricos se considerarán de carácter esotérico demuestra la influencia de la imagen de la que se llamó masonería especulativa. Esta masonería no se centraba en la labor del constructor, sino en el desarrollo espiritual del ser humano. Aunque probablemente fuera anterior, su inicio suele tomarse por 1717, cuando varias logias se fusionaron en la Gran Logia de Inglaterra, y se establecieron unos estatutos.

La masonería especulativa tiene por fin último la búsqueda de la Verdad. Extraído de los canteros medievales, y posteriormente del lenguaje del Renacimiento, Dios es llamado el Gran Arquitecto del Universo. En la Edad Media no cabía duda de que se trataba del Dios Padre bíblico. Sin embargo con la aparición masonería especulativa la apertura a otros gremios y entornos el Gran arquitecto del universo simplemente se refería a una divinidad creadora, que podía ser aquella con la que el adepto se identificase por su fe.

Por lo que tanto aquí tenemos el primer enfrentamiento entre las ideas del cristianismo tuvo masonería ya que el cristianismo impone el dogma de la creencia en el Dios de las Escrituras mientras que la masonería se considera teista pero abre la puerta a una deidad no clasificada. Hacemos notar pues que se puede ser mason procesando cualquier religión, pero al mismo tiempo, la mayoría de religiones monoteístas prohíbe ser masón.

El segundo punto de choque con el cristianismo es inevitablemente el rechazo de los dogmas relacionados con Jesús como hijo de Dios.

El tercer punto de choque es el carácter filosófico platónico y gnóstico de las diversas logias masónicas, que se aproxima más a las herejías de la antigüedad que cualquier pensamiento aceptado eclesiásticamente. Muchas logias masónicas son simplemente agnósticas o ateas. No hay motivo para entrometerse en el pensamiento religioso de los demás, siempre que éste no vaya contra la libertad y los derechos humanos. Entre las posibles creencias masonas se incluye, por su puesto, el esoterismo. No sólo sus símbolos guardan ese carácter esotérico, sino que también se permite practicar la cábala, la adivinación, la astrología, y otros rituales mágicos , ya que son maneras válidas de expresar tanto la espiritualidad como de realizar una búsqueda interior y de la Verdad.

A menudo los grados masónicos y el desconocimiento de los pertenecientes a grados inferiores de aquello que se enseña en los superiores ha sido criticado fuertemente por la Iglesia, dado que considera ilógico que se critique el poder eclesiástico ejercido jerárquicamente, y sin embargo haya un control jerárquico dentro de las propias logias que consista en el desconocimiento.

La masonería especulativa se ha caracterizado además por tener un carácter filantrópico. Esto ha llevado en múltiples ocasiones a que la masonería se haya opuesto a modelos e ideas del cristianismo o el islam. Esto conlleva a un posicionamiento social y político, y por lo tanto, al acercamiento y participacion de personajes publicos y de renombre. De esta manera, para bien o para mal, especialmente para el espectador externo, las actuaciones y palabras de dichos personajes pueden convertirse en la expresión velada de la logia masónica a la que pertenezca. Personajes relevantes asociados con la masonería fueron por ejemplo Montesquieu (1689-1755), Voltaire (1694-1778), Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791), el príncipe Eduardo (1767-1820) - padre de la reina Victoria, Benjamin Franklin (1706-1790), George Washington (1732-1799), Simón Bolívar (1783-1830), Giuseppe Garibaldi (1807-1882), León Tólstoi (1828-1910), Oscar Wilde (1854-1900), Manuel Azaña (1880-1940), Mustafa K. Ataturk (1881-1938) -primer presidente de la la República de Turquía tras la Primera Guerra mundial-, entre muchos otros filósofos, políticos, literatos, actores, empresarios... De la mayoría no puede saberse con exactitud si eran afines o miembros, o si se trata de bulos.

A esto se une el considerar que es la logia la que otorga el soporte económico y social a dichas personas, y por lo tanto, que son los masones quienes controlan el devenir de la sociedad.

El cuarto punto de choque es, por tanto, la existencia de logias que "profesan" un pensamiento anticristiano, o al menos antieclesiástico. También puede decirse al revés: ante el temor de la expansión de un pensamiento diferente al de la Iglesia, surge la antimasonería.

Aquí es necesario hacer una pausa. La masonería está extendida por todo el mundo, y en cada región y país hay una cultura diferente; en cada país o incluso ciudad hay diversas logias que a su vez varían de opiniones. Por citar un ejemplo sencillo, en la mayoría de logias no se admiten mujeres por "tradición", con la excepción de las familiares de los masones, mientras que otras hace tiempo que abrieron sus puertas a todas las que quisieran. Por lo tanto, a pesar de las ideas "principales", la variedad es tal que meter a todos los masones en el mismo saco no sólo es insuficiente, sino ridículo. Si de algo pecan los religiosos extremos antimasones es precisamente de esta generalización.

Como quinto punto de choque, debemos tratar los mitos que surgen alrededor de los masones, tanto por la mencionada antimasonería como por el gusto por las teorías de la conspiración. Tal y como se indicó antes, la idea de que los masones son muy numerosos, discretos, y que se ocupan de cargos importantes para manipular a la sociedad, es probablemente la más extendida. Por supuesto, si se buscan ejemplos, tanto de la masonería como de otras órdenes secretas, sólo encontraremos actos vandálicos, asesinatos políticos, o revoluciones (siendo probablemente estas últimas las más ciertas, aunque debido más bien a la libertad de pensamiento). Pero existen también ejemplos más positivos, como la unión de los masones durante la Guerra civil americana, o su persecución por los nazis.

A ello se suma el secreto de sus ritos, y en especial aquellos en los que la cultura popular y la farándula han incluido la veneración demoníaca. Ya se indicó que no existe adoración a divinidad alguna, y que en todo caso, se tiene presente al Gran Arquitecto como elemento unificador. De manera que la adoración ya de por sí resultaría chocante con sus bases. Pero además, se ha formado un mito uniendo a los masones con los templarios, quienes entre la leyenda y la historia huyeron a Escocia, hogar de las primeras logias masónicas; y quienes, por cierto, guardaban relación con el Templo de Salomón, edificación que, a través de la figura del arquitecto Hiram, se trataría de recrear, filosófica y espiritualmente hablando, por los primeros masones operativos.

Recientemente se publicó en el blog un artículo sobre la herejía más conocida de la caída y condena de los Templarios: el Baphomet. Y como se pudo comprobar en dicho resumen, ni en los propios testimonios quedó clara la misteriosa figura a la que se referían acusadores y acusados. La imagen del Baphomet templario (fuera como fuese) era más simbólica que idolátrica. Y su iconografía como macho cabrío, demonio y andrógino proviene de la ilustración de Eliphas Levi en el S.XIX.

Por ello, y para finalizar este aspecto concreto, incluso si hubiese una figura bafomética en las logias, no sería en todas ni habría tenido valor religoso, sino simbólico. Y por supuesto, no habría tenido consideración de demonio ni la apariencia demoníaca actual.

Junto al Baphomet se incluye otra acusación anticristiana, la de escupir y pisar una cruz. Casualmente se trata de la misma herejía de la que se acusó a los Templarios. Pero también es casual que sea en obras modernas de corte antimasónico (exmiembros de alguna logia o investigadores de la Iglesia, así como algunos personajes públicos que buscan llamar la atención a través de asuntos parecidos) donde más se haga hincapié en este supuesto rito, realizado en el grado 29 o 33, según la versión. En los documentos masones, no se encuentra ningún acto parecido, que por otra parte no tendría sentido, especialmente en las logias teístas tolerantes. La presencia de una cruz en las logias masónicas puede tener sentido porque, en principio, surgieron en un ambiente cristiano donde sólo se pensaba en el Dios bíblico como Gran Arquitecto. También en que algunos de los grados son considerados "caballerescos", y en ellos se incluyen cruces heráldicas, o más bien, aspas. Probablemente la tan mencionada cruz del grado 29 sea la Cruz de San Andrés, que es, ni más ni menos, que la cruz de la bandera de Escocia. Entre los masones es un símbolo de templanza y resistencia, (en ocasiones asociado también a la historia del mártir San Andrés), y al honor de la "caballería"; por lo tanto, sería extraño el maltrato a un símbolo que, asociado con lo cristiano o no, tenga connotaciones tan positivas.

Podemos finalizar este corto repaso recordando que la religión cristina es especialmente crítica con las prácticas esotéricas, de las cuales ya dijimos anteriormente que en la mayoría de logias tolerantes es una práctica no criticada. Si a ello le sumamos el rechazo de dogmas y un pensamiento sociopolítico diverso, y encima añadimos un poco del imaginario herético medieval, tendremos el perfecto cóctel molotov para que cualquier acto de uno u otro lado provoque automáticamente la reacción del contrario.

Pietro V. Carracedo Ahumada – pietrocarracedo@gmail.com

Bibliografía:

-Bárcenas. A. Iglesia y Masonería. Las dos ciudades. Ediciones San Román, 2016.

-Musquera Moreno. X. Ocultismo medieval. Ed. Nowtilus. 2009.

- Ruiz Sánchez, José-Leonardo. A vueltas con el enfrentamiento entre la Iglesia católica y la masonería. Una mirada desde los estudios sobre la Iglesia. Revista de Estudios Históricos de la Masonería Latinoamericana y Caribeña, vol. 11, pp. 12-26. 2019.

-Valín Fernandez, A. Masonería e Iglesia. Las religiones en Galicia. Universidad de Santiago de Compostela, 1996.


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