Gematría hebrea: sistemas básicos.

02.09.2023

La gematría (o guematría) es un producto filosófico, esotérico y cultural hebreo. En ella, cada letra del alfabeto hebreo tiene asociado un valor numérico, que puede cambiar según el sistema utilizado, existiendo (según la cábala) más de trescientos caminos diferentes.

La gematría no debe confundirse con la numerología, y tampoco con la geometría sagrada, aunque en apariencia tengan relación. La numerología da "valores matemáticos esotéricos o cósmicos" a los números, pero la gematría les da una interpretación, un simbolismo con relación a las letras, siendo imposible desvincularla los textos sagrados hebreos, así como del Yefer Yestzirah, texto del siglo II que es considerado el que establece los principios de la gematría. Sin embargo, ambos beben de los estudios matemáticos sumerios y griegos (se cree que la gematría como tal comenzó en la época del Segundo Templo, 515 aC-70dC, porque los griegos anotaban números con las letras por posición, lo que se llama isopsefía). La gematría quedó unida al pueblo hebreo, mientras que la numerología occidental se desarrolló entre griegos, gnósticos, árabes y toda la Europa cristiana, e incluso en el tiempo ha seleccionado lo que le interesa de la gematría, dependiendo de los intereses (explicación de la vinculación de los seres vivos y el universo, descripciones divinas, o cálculos arquitectónicos).

En cuanto a la geometría sagrada, si bien algunos filólogos han querido buscar la misma raíz en geometr- y gematr-, la confusión proviene de sus aplicaciones en las dimensiones de la Cábala y las sefirot, aunque en sí, la gematría no toque nada relacionado con una medida o forma geométrica (excepto en sus aplicaciones directas a dichos modelos, lo cual no veremos en este artículo).

Aclarado esto, la justificación de la unión entre gematría y textos hebreos se defiende por la existencia de valores numéricos muy concretos, que parecen tener un significado oculto que, en sí, coincide con la narración donde tiene lugar. Esto se ha extrapolado también a los nombres propios actuales, o incuso a uso mágico de apalabras aparetemete aleatorias, pero cuyo significado oculto puede extraerse sólo desde la gematría que haya utilizado su creador.

Todo esto se analiza mejor mediante ejemplos, con los que aprovecharemos para explicar también algunos de los métodos más utilizados. Por supuesto, para poder hacer uso de la gematría, es necesario conocer un poco de hebreo, o al menos, contar con un buen repertorio de listas de correspondencias gemátricas, tarea en la que internet ha sido de gran ayuda.

Antes de empezar, debe tenerse en cuenta que incluso entre los propios cabalistas u hebreos hay disputas sobre las lógicas seguidas y las conclusiones de la gematria. Tanto estudiosos como gente de a pie se dividen entre la aceptación espiritual del simbolismo y la variedad infinita de posibilidades, y por lo tanto, de inexactitudes e invenciones. Sin embargo, a nivel esotérico y magico, la gematria tiene una versatilidad de uso indiscutible.

Cuál de todos los sistemas ofrece un significado oculto más correcto es simplemente una cuestión de punto de vista y de interpretación.

Veamos ahora los distintos sistemas, de los más habituales y puristas a los más controvertidos.

El primer sistema es el clásico. Asocia un número con cada letra, del 1 al 10, después por decenas y después por centenas, hasta el 400. Es el sistema más sencillo de todos. Se toma el número de cada letra y se suman, y debe buscarse el valor del número resultante al sumarlos.

1 Aleph א

2 Bet ב

3 Gimel ג

4 Daleth ד

5 Heh ה

6 Vav ו

7 Zayin ז

8 Het ח

9 Tet ט

10 Yud י

20 Kaf כ

30 Lamed ל

40 Mem מ

50 Nun נ

60 Samech ס

70 Ayin ע

80 Peh פ

90 Tzady צ

100 Koof ק

200 Reish ר

300 Shin ש

400 Taf ת

El ejemplo más común en este caso es el del nombre de Eliezer, siervo de Abraham. Su número, cambiando las letras (אליעזר), sería 318. En Génesis 14:14 se dice que Abraham salió a luchar con sus 318 siervos. Por qué un número tan tan exacto? Aparentemente, es una forma de decir que salió a luchar con Eliezer, pero además, 318 tiene otros significados, como "Dios ayuda", "familia, herencia" -dando a entender que fueron sus herederos-, "hablar" -es decir, llevó a Eliezer porque tenía un don para la diplomacia; o incluso, para los gemátricos cristianos, que era una lucha espiritual futura, ya que 318 también se podía asociar con la "cruz" de Cristo.

Otro ejemplo podría ser Satanás (השטן), el adversario, cuyo número 364, haría referencia a su reinado durante todos los dias del año menos uno. Asimismo, el 364 coincide con el valor de la palabra hebrea para decir: Hijo de la Luz, nombre en relación con el que le fue dado por San Jerónimo en su traducción al latín, al hablar del Lucero caído: Lucifer.

Ocurre también con nombres de pueblos, como los amalecitas. Amalec (עמלק) corresponde en gematría al número 240, número que también equivale a la palabra hebrea "cobarde", "disolución", "duda" y "culpable"-porque se separaron de los hebreos dudando de Dios-, así como "masacre" -porque eran violentos, pero fueron vencidos por Saúl -, etc.

El método Mispar Mussafi suma el número resultante de la gematría estándar con el número de letras de la palabra. Por ejemplo, חכמה, Chokmâh, Sabiduría, que es también la segunda de las sefirot, suma 73 con el método clásico. El 73 en los diccionarios de gematría tiene, entre otros, el significado de orar, seguir un propósito, regalo, recompensa, envolver y desenvolver, Adam Qadmon y "Oreja de Yahveh". Pero si utilizamos el método Mispar Mussafi, entonces habrá que sumar 73 +4 (las 4 letras de חכמה), y su número será el 77, con los significados ocultos de Torre, "Yahveh construye", fuerza, multitud, lazo, entre otros.

El método Mispar Gadol no cuenta el número de letras, pero sí tiene en cuenta las cinco letras finales, es decir, 5 letras del alfabeto hebreo cuando caen en la última posición y son pronunciadas diferentes, con lo que algunos significados cambian sustancialmente.

500 Kaf (final) ך

600 Mem (final) ם

700 Nun (final) ן

800 Peh (final) ף

900 Tzady (final) ץ

Por ejemplo, Shalom (שׁלום, saludo de paz) con el método clásico suma 376, por lo que su significado oculto, coincide con la suma del nombre Tzipporah, la mujer de Moisés, que puede significar, entre otras cosas, pájaro y corona; o Yeshua (ישוע, Jesús), es decir, para los cristianos, Salvación, así como con otros significados tales como "para siempre".

Pero, siguiendo Mispar Gadol, sumaría 976, que coincide con la gematría de Israel. También con "Hashem hameforash", la forma tanaítica y cabalística que es "El Nombre Explícito" de Dios.

• El método Mispar Katan tiene dos variantes. Su principal característica es que elimina los ceros de sus números. En la primera variante, se elimina los ceros ANTES de sumarlos. A efectos prácticos , es más sencillo si se enumeran las letras en grupos de nueve. Por ejemplo:

1 Aleph א

2 Bet ב

3 Gimel ג

4 Daleth ד

5 Heh ה

6 Vav ו

7 Zayin ז

8 Het ח

9 Tet ט

1 Yud י

2 Kaf כ

3 Lamed ל

4 Mem מ

5 Nun נ

6 Samech ס

7 Ayin ע

8 Peh פ

9 Tzady צ

1 Koof ק

2 Reish ר

3 Shin ש

4 Taf ת

5 Kaf (final) ך

6 Mem (final) ם

7 Nun (final) ן

8 Peh (final) ף

9 Tzady (final) ץ

Gematría clásica: Yhvh יהוה‎ es 5+6+5+10 =26

Mispar Katan (variante 1) : 5+6+5+10 = 5+6+5+1 =17.

Para algunos gématras deben eliminarse también las "decenas", es decir, que si el resultado es mayor de 9, deben sumarse las cifras, por lo tanto:

Mispar Katan (variante 2) : 5+6+5+10 = 5+6+5+1 =17 = 1+7 =8.

Sin embargo este segundo sistema limita muchísimo los posibles significados, de manera que sólo se utiliza como un añadido a ciertas palabras concretas.

Método AtBash. Básicamente, consiste en cambiar el valor de la letra por el de su opuesta. Alef por Tav, Bet por Shin, Gomel por Reish, etc. Normalmente se hace con la numeración invertida del sistema clásico, pero hay mucha controversia al respecto, y los ejemplos utilizados suelen ser modelos concretos extraídos del Génesis o el Éxodo, en los cuales también se tienen en cuenta otros valores, como puestos sacerdotales, número de letras y palabras, etc.

Siguiendo con el ejemplo anterior, tendríamos que en Gematría clásica: Yhvh יהוה‎ es 5+6+5+10 =26. Pero si realizamos AtBash, יהוה‎ es מצפצ.

Entonces, sumando las nuevas letras tenemos 90+80+90+40 = 300, que casualmente coincide con los valores de "aliento de Dios" o "circuncisión".

El método Mispar HaKadmi tiene relación con el Mispar Gadol, pero sumando los valores clásicos de las letras anteriores (en lugar del número de letras). Cada letra entonces tiene un valor distinto. Aleph es 1, pero Bet será 3 (su valor clásico 2 + valor clásico de Aleph 1). El problema principal es que se obtienen números muy altos que a menudo ni siquiera aparezcan en diccionarios gemátricos.

1 Aleph א

3 Bet ב

6 Gimel ג

10 Daleth ד

15 Heh ה

21 Vav ו

28 Zayin ז

36 Het ח

45 Tet ט

55 Yud י

75 Kaf כ

105 Lamed ל

145 Mem מ

195 Nun נ

255 Samech ס

325 Ayin ע

405 Peh פ

495 Tzady צ

595 Koof ק

795 Reish ר

1095 Shin ש

1495 Taf ת

Por ejemplo, Korban (קורבן), el sacrificio pascual, sería 195 (nun final) + 3 + 795 + 21 + 595 = 1609, cuyo significado en gematría coincide con el de la carne de la circuncisión, o cantos de altar. Pero en muchos diccionarios, no hay referencias para este resultado.

El método Mispar Shemi, Mispar Haperati y Mispar Hakellati tienen el mismo problema que el anterior.

Mispar Shemi atribuye a las letras el valor que tienen sus nombres en el Talmud. Es decir, no calcula con las letras, sino con el número talmúdico de sus nombres. Aleph no sería א, sino אלף, tomando el valor de cada letra, es decir, 80+30+1 = 111. Analizar palabras largas o incluso párrafos se convierte en una auténtica locura de interpretación.

Por su parte, Mispar Haperati multiplica al cuadrado el valor de las letras. Aleph es 1×1=1, Bet es 2×2=4... De estos cálculos resultan números muy grandes. La última letra, Taf ת, alcanza el valor de 160000!

El método Hakellati es parecido, sólo que en lugar de multiplicar los números por sí mismos, multiplica el resultado. Por ejemplo, si en Gematría clásica: Yhvh יהוה‎ es 5+6+5+10 =26, con el método Hakellati sería 26×26 = 676. A mayor resultado, mayor complejidad.

Como ha podido verse a lo largo de la exposición, la gematría puede ser considerada por los judeocristianos como una ciencia que desvela significados ocultos por Dios en las palabras, sin embargo, no puede negarse que en más de una ocasión se tiende a la casualidad y la coincidencia, a la interpretación personal y espiritual. Además, por muy divina que se considere, no puede negarse que sus múltiples sistemas son producto del continuo repensar humano.

Todo esto no le roba magia ni misterio. En la actualidad se continúa aprendiendo y realizando gematría bíblica, pero también se hace con fechas o nombres. Esto último es muy común entre toda la gente de a pie, y a menudo se entremezcla con la numerología y el significado original de los nombres provenientes de lenguas antiguas o desconocidas. En el mundo profano, la gematría pasa por ser simplemente una forma de encriptación.

Pietro V. Carracedo Ahumada - pietrocarracedo@gmail.com

Bibliografía:

-Berg, Philip S.; Berg, Rav. The energy of Hebrew letters. Kabbalah Pub. 2010.

-Glazerson, M. Abraham Ibn Ezra and the rise of medieval Hebrew science. Jason Aronson INC, 1996

-Gura, N. Divine Wisdom and Warning: decoded messages from God. Rowman & Littlefield, 2015.

- Shela, S. Abraham Ibn Ezra and the rise of medieval Hebrew science. Brill, 2003

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